Se considera un gato insistente, exigente y persistente en su visión de las cosas. Lo compensa todo con su encanto irresistible y con su amor incondicional.
Siempre ha sido algo especial. En el antiguo Siam (la actual Tailandia) fue el guardián estricto del templo, y se consideraba una distención muy alta el recibir como regalo un gato del palacio real. El intento de sacar del país a un cachorro estaba castigado con pena de muerte. En occidente el Siamés apareció por primera vez en la exposición felina de Londres del año 1871. Actualmente es junto al Persa y al Burma, una de las razas mas apreciadas.
Es un representante típico del gato oriental: de tamaño medio, esbelto, flexible y grácil, pero al mismo tiempo músculos y vigoroso. Extremidades largas y delgadas, patas pequeñas y ovadas. Cola larga, delgada también en la inserción. Cabeza alargada y en forma de cuña, de hocico estrecho y nariz larga y recta; orejas grandes en la punta y de base ancha; ojos grandes, ovalados, almendrados, oblicuos, de un azul luminoso como único color permitido.
Pelo corto, liso, muy adherido, sin subpelo. Son inconfundibles las marcas (points) oscuras (claramente destacadas del color básico) de la cara, de las orejas, de las extremidades y de la cola. El color tradicional es el seal-point con vigorosas marcas oscuras de color beige en el cuerpo. Otras variedades cromáticas: chocolate point, red-point, blue-point, lilac-point, cream-point y tabby-point.
Despierto, inteligente, tierno y apegado como un perro. Tiene mucha necesidad de una presencia cercana, pero con frecuencia solo se vincula con una persona. Suele tener una convivencia difícil con sus congéneres. Su voz no se puede dejar de oír, mantiene a veces “monólogos”. Quien se deje seducir por su personalidad arrebatadora y exigente se desentenderá de los demás gatos.
Trabajadores, pues al Siamés no le gusta estar solo.
El Siamés es precoz y con frecuencia alcanza la madures sexual a los 6 meses. Actualmente ha desaparecido la cola en forma de gancho, muy frecuente en épocas pasadas. En los últimos años se han intensificado los esfuerzos por criar el tipo de raza original (menos nerviosa) del Siamés de cabeza redonda.
Entre las mas comunes están: alergia alimentaria, alopecia auricular, alopecia psicogénica, asma bronquial, atrofia progresiva de retina, cardiomiopatía dilatada, conducto arterioso persistente, criptorquidismo, displasia de cadera, entropión, glaucoma, hiperadrenocortisismo, hiperparatiroidismo primario, linfoma, nistagmo pendulante hereditario, otitis, entre otras.
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